Hay mujeres que tienen la suerte de presumir de una piel perfecta de manera natural, pero no nos engañemos: los cosméticos son los aliados de la gran mayoría.
Cuando hablamos de cosméticos solemos pensar que nos referimos a maquillaje, pero no es así: las cremas, el gel, el champú, tónicos, exfoliantes…todos son productos de cosmética.
Estos productos de belleza e higiene los utilizamos para mejorar nuestro aspecto, pero ¡ojo! las alergias a los cosméticos son bastante frecuentes y pueden traernos problemas.
Debemos diferenciar entre una irritación puntual debido a algún producto que no es afín a nuestro tipo de piel, y una alergia recurrente a un cosmético concreto o a algún ingrediente de su composición.
Una irritación se presenta como un enrojecimiento de la zona en la que se ha aplicado el producto cosmético, es localizada y suele ser leve. Una alergia suele presentar, además de enrojecimiento, erupciones y manchas que se extienden más allá de la zona afectada, picor, puede dar fiebre, etc. Es difícil descubrir qué componente es el que nos causa la reacción alérgica y requiere observar mucho la composición de los cosméticos, probar otros y hacer pruebas hasta dar con “el culpable”.
Los componentes de cosméticos que pueden causar alergias son muchos, pero los parabenos se están poniendo en entredicho hasta el punto de que muchas marcas de cosméticos los están eliminando de sus productos.
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